La Confederación Hidrográfica del Júcar, O.A., consolida su compromiso con el Consorcio de la Ribera sobre invertir 100.000 € anuales en actuaciones de restauración fluvial con el inicio de los trabajos en el cauce del río Júcar a su paso por Sueca

  • Las actuaciones tendrán como objetivo principal la erradicación de la especie exótica invasora Arundo donax o caña común y recuperar el bosque autóctono de ribera

  • Esta actuación se enmarca dentro del acuerdo alcanzado sobre el compromiso de inversión con el Consorcio de la Ribera, entidad encargada de canalizar y gestionar las solicitudes y peticiones de los ayuntamientos integrantes ante el Organismo de cuenca


21 noviembre 2022.- La Confederación Hidrográfica del Júcar, O.A., ha iniciado hace unos días los trabajos de restauración fluvial en las riberas del río Júcar a su paso por el municipio de Sueca.
Las actuaciones tendrán como objetivo erradicar el muro natural que constituye la especie exótica invasora Arundo donax o caña común, que impide a la ciudadanía disfrutar del entorno, y que provoca la acumulación de cañas en el río con los consiguientes efectos de degradación del río y su ecosistema afecto.

 

Acumulación de Arundo donax en la ribera del Júcar a su paso por Sueca


En este caso se ha optado por la construcción de una bajada de acceso al azud que servirá como alternativa a la actual, que se encuentra inutilizada, para proceder entonces a la eliminación de la caña que crece en el cauce del río mediante desbroce aéreo y posterior recubrimiento con malla geotextil del terreno para impedir el rebrote.

Estos trabajos consolidan el compromiso de la presidencia del Organismo de cuenca de invertir 100.000 euros anuales en actuaciones de restauración, conservación y mantenimiento del río Júcar, articulados a través del Consorcio de la Ribera que gestiona las peticiones y solicitudes de los ayuntamientos ribereños.

En este sentido, está previsto que a estas actuaciones de restauración fluvial en Sueca le sigan nuevas actuaciones en Antella, donde se llevarán a cabo tareas de desbroce y adecuación, así como en Alzira y Sumacàrcer, donde los trabajos se centrarán en el mantenimiento del cauce, el recubrimiento geotextil del terreno y la plantación de bosque de ribera autóctono.

Problemática de la caña

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la caña invasora o Arundo Donax es una de las más peligrosas y nocivas plantas alóctonas invasoras a escala mundial, por lo que forma parte de la lista de las 100 peores especies biológicas invasoras del Grupo de Especialistas sobre Especies Invasoras (ISSG). Entre sus impactos negativos sobre el medio natural, podemos destacar:


  • Desplazamiento de la vegetación riparia nativa, que provoca un empobrecimiento del hábitat para la fauna terrestre asociada.

  • Disminución de la capacidad de desagüe de ríos y canales al taponar y reducir los cauces con sus sedimentos.

  • Por la gran cantidad de biomasa que produce, es un factor de riesgo de cara a los incendios.

  • Debido a su intensa transpiración, reduce los recursos hídricos en zonas áridas donde los humedales escasean.

  • Es una especie pirófila, que arde fácilmente, por lo que en caso de incendio favorece su propagación.

  • Además, la degradación que la extensión de la caña ha generado en el paisaje fluvial impide la valoración de estos espacios naturales por parte de la ciudadanía, dificultando el uso recreativo y de esparcimiento asociado a estos entornos.

Por lo tanto, gracias a esta labor de eliminación de la caña y su sustitución por los bosques de ribera autóctonos, se tiene una menor exposición a los incendios forestales, se mejora la calidad del agua y se consigue un mejor comportamiento hidrológico de los ríos. También se consiguen mejoras en la biodiversidad de los ecosistemas fluviales lo que permite convertir estos espacios en corredores ecológicos de fauna y flora.

El bosque de ribera

Los ríos no son meros canales de agua, su calidad y funcionalidad depende de cómo se encuentren todos los seres vivos que habitan los ecosistemas fluviales. En concreto cabe destacar la importancia de los bosques de ribera como parte esencial del buen estado de los ríos.

Cuando los bosques de ribera autóctonos desaparecen, otra vegetación oportunista, como la caña, ocupará su lugar generando un desequilibrio en el sistema.

El uso no controlado del territorio con el objetivo de satisfacer las necesidades antrópicas y el desarrollo ha llevado a la ocupación parcial o total de los bosques de ribera por otros usos, sobre todo el uso agrario y las infraestructuras de comunicación.

Esta ocupación, sumada en muchos casos al posterior abandono de los campos, la regulación de los caudales por la presencia de las presas, la pérdida de la calidad del agua por vertidos, o la contaminación producida por el uso de fertilizantes y pesticidas en la agricultura colindante, favorece la colonización y expansión de especies exóticas invasoras como la caña común o Arundo Donax.

Debemos tener en cuenta que, sin nada de vegetación, se incrementarían enormemente los problemas de erosión e incisión de los ríos, desconectando estos de sus zonas inundables e incrementado la velocidad de sus aguas fluyentes. Estos efectos nos llevarían a situaciones de mayor peligrosidad durante las avenidas porque generaría un mayor caudal en los cauces y, en especial, una mayor velocidad cuando estos alcanzan los núcleos urbanos, con el consiguiente incremento de los daños provocados por los episodios de intensas lluvias.

Así pues, no debemos ceñirnos a la eliminación de la caña presente en los ríos, la mal llamada “limpieza de cauces”, sino que al mismo tiempo tenemos que sustituir esta vegetación por los bosques de ribera autóctonos de nuestros ríos.

La Confederación Hidrográfica del Júcar lleva años trabajando en la recuperación del bosque de ribera del río Júcar y dentro de este objetivo se enmarcan las actuaciones que se están llevando a cabo sobre las peticiones del Consorcio de la Ribera.

Restauración fluvial

Para conseguir la eliminación de la caña es necesario utilizar métodos que garanticen que el rizoma quede inactivo y no se pueda reproducir. Para ello, en zonas cercanas a la orilla y en lechos muy pedregosos se elimina el rizoma, mientras que en las zonas más retiradas de la orilla se desbroza la parte aérea de la caña y se tritura junto el rizoma de las orillas, mezclándolo con la tierra y cubriéndolo con lonas de geotextil oscuras, que evitan la entrada de la luz solar e incrementan la temperatura del suelo para evitar el rebrote de la caña.

 

Geotextiles en el barranco de Picassent, durante la 1ª fase de su restauración fluvial


Transcurrido un tiempo suficiente, como mínimo de 18 meses, se inician las plantaciones con especies de ribera autóctonas. El diseño de estas plantaciones responde a la composición y estructura del bosque de ribera adecuado a este tipo de río mediterráneo, fuertemente estacional, donde existen grandes variaciones de caudal a lo largo del año.

Una vez finalizada la actuación, durante los primeros años es fundamental realizar un correcto mantenimiento de las riberas para garantizar que no resurja la caña y para favorecer el crecimiento y progreso de la vegetación autóctona recién plantada. Para ello se cuenta con el apoyo de los ayuntamientos, siendo fundamental la relación estrecha entre las Administraciones favoreciendo la cooperación y coordinación en aras de la recuperación del río.

Actuaciones en cauces

La Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional establece en su artículo 28.4 que las actuaciones en cauces públicos situados en zonas urbanas corresponderán a las Administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo, esto es, a la Generalitat Valenciana o las Entidades locales. Es decir, son estas Administraciones las que deben llevar a cabo actuaciones en cauces públicos cuando estos discurren por tramos urbanos, para lo cual deberán solicitar y obtener la correspondiente autorización de este organismo por tratarse de actuaciones en zona de dominio público hidráulico. Además, en función de las restricciones medioambientales que pueda haber en las proximidades de la zona de actuación, es posible que se requiera el preceptivo informe del órgano ambiental ya que la eliminación de Arundo donax comporta en ocasiones la utilización de maquinaria pesada.

Por otra parte, en el mismo precepto legal citado se establece la posibilidad de celebrar convenios entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y las Administraciones Autonómicas y Locales para la financiación de estas actuaciones. La Confederación Hidrográfica del Júcar prioriza las actuaciones para la eliminación de la caña cuando existe un compromiso por parte de alguna de estas administraciones para su mantenimiento posterior.

Arundo donax: Una especie vegetal exótica invasora

El artículo 64.8 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, establece que las comunidades autónomas, en su ámbito territorial, podrán establecer catálogos de especies exóticas invasoras, determinando las prohibiciones y actuaciones suplementarias que se consideren necesarias para su erradicación. De conformidad con lo establecido, el Decreto 2013/2009, de 20 de noviembre, del Consell, por el que se aprueban medidas para el control de especies exóticas invasoras en la Comunitat Valenciana, clasifica en su anexo II la Arundo donax como una especie vegetal exótica.

El artículo 6 del citado Decreto establece que será la Consellería con competencias en medio ambiente la que redactará y aplicará, en función de las disponibilidades presupuestarias, los planes de control y sustitución de las especies exóticas incluidas en los anexos.


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