Se ha comprobado in situ la mejora ecológica del lago, gracias a las aportaciones hídricas procedentes de los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar, y canalizadas a través de las acequias de las Comunidades de Regantes de Sueca, Acequia Real del Júcar, Favara y del Oro
El aumento espectacular de la presencia de najas marinas junto con la presencia de otras especies como las libélulas en fase larvaria, son indicadores claros de la mejora de la calidad del agua del lago
26 de septiembre de 2022.- Una delegación de técnicos de varias administraciones con competencias en los terrenos del parque natural de l’Albufera se han desplazado esta mañana para estudiar y comprobar la evolución de las najas en el lago.
La Directora del Parque Natural de l’Albufera, María Sahuquillo, el Director General de la Devesa-Albufera Joan Miquel Benavent, la Jefa de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Arancha Fidalgo, y el Presidente de la Junta Rectora del Parque Natural de l’Albufera, Carles Sanchís, junto con otros técnicos, han comprobado in situ la mejora de la vegetación acuática y sus implicaciones en el resto del ecosistema del lago.
Gracias a la buena evolución de los embalses de la Demarcación, en especial en los sistemas Júcar y Turia, desde principios del verano de este año se han estado derivando excedentes hídricos procedentes de desembalses de dichos sistemas hacia l’Albufera. La canalización de estos excedentes ha sido posible gracias a la colaboración de las Comunidades de Regantes de Sueca, Acequia Real del Júcar, Favara y del Oro, que han posibilitado la llegada del agua al lago a través de sus redes de acequias.
Praderas de najas marinasLa naja marina es una hierba acuática que tiene un ciclo anual. Es un indicador de buena calidad del agua, que a su vez tiene implicaciones muy positivas, tanto para el agua, que actúa como agente filtrante, favoreciendo su transparencia, como para el ecosistema que habita.
Durante la visita se ha comprobado que las extensiones de las najas no sólo no están descendiendo, siguiendo su ciclo anual natural, sino que van en aumento. Se estima que, actualmente, esta vegetación acuática puede estar llegando a ocupar unas 90 hectáreas del lago. Es tal la concentración en algunas zonas, que se podría hablar de auténticas “praderas” de najas marinas. No es casual que las zonas donde se localizan las najas son precisamente los puntos donde las acequias están vertiendo los excedentes hídricos al lago.
También se ha realizado algunos muestreos, comprobándose que, además de otros macroinvertebrados, ha aumentado de manera significativa la presencia de larvas de libélula, otro indicador biológico de buena calidad del agua.