El proyecto europeo LIFE Trivers liderará un proceso de participación ciudadana para recoger las medidas prioritarias para la conservación de los ríos temporales

El proyecto europeo LIFE Trivers, coordinado por la Universidad de Barcelona, iniciará durante 2017 distintos talleres de participación ciudadana para recoger las medidas prioritarias para la conservación y restauración del estado ecológico de las masas de agua estudiadas en el marco del proyecto: las cuencas internas de Cataluña, la cuenca del Júcar y la del Ebro. Los resultados de esta iniciativa se trasladarán a las autoridades del agua —como la Agencia Catalana del Agua (ACA) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), también miembros de Trivers— para que incluyan las medidas en los próximos planes hidrológicos de cada cuenca.

Esta propuesta se presentó junto a los resultados del proyecto en la tercera reunión de las partes interesadas de Trivers, que tuvo lugar los días 25 y 26 de enero en Zaragoza. Bajo el lema «Ríos temporales: ¿naturales o por alteración hidrológica?», el encuentro reunió a científicos, gestores y otros participantes interesados en mejorar la gestión de los ríos con un régimen hidrológico temporal, es decir, ríos en que se produce una interrupción recurrente del caudal y que pueden llegar a quedar completamente secos. Además de la UB, la ACA y la CHJ, en el proyecto Trivers también participa el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC).


Nueva versión del software TREHS
En la reunión también se presentó una nueva versión del software TREHS (Temporary Rivers Ecological and Hydrological Status), desarrollado por Trivers con el objetivo de ayudar a diagnosticar el estado ecológico de los ríos temporales. La variabilidad del caudal de este tipo de ríos hace muy complicado diagnosticarlos adecuadamente según los objetivos de la Directiva marco del agua (DMA) de la Unión Europea, ya que no existen herramientas de valoración adaptadas a su particularidad. Además, la mayoría de veces este régimen temporal se debe a impactos humanos, como la extracción de agua para la agricultura; por tanto, es crucial distinguir un río con un régimen temporal natural de uno que no lo es.

Para solucionar esta problemática, TREHS incorpora los datos históricos disponibles sobre los caudales de cada río, así como entrevistas con vecinos y datos de simulaciones hechas a partir de modelos de escorrentía de agua, y determina el régimen hidrológico (si es permanente o temporal) y el estado hidrológico (si el régimen hidrológico es natural o ha sido modificado por la acción humana). La nueva versión del software presentada en Zaragoza incorpora, además, la posibilidad de utilizar información adicional proveniente de fotografías aéreas y de observaciones puntuales de muestreos biológicos, por ejemplo, una fotografía tomada el día del muestreo en la que se pueda observar si había balsas o no. También se han incorporado nuevas funciones de visualización de datos que «permitirán realizar un diagnóstico del régimen y del estado hidrológico mucho más preciso», explica Francesc Gallart, investigador del IDAEA-CSIC.

Por otra parte, Narcís Prat, catedrático del Departamento de Ecología, director del Grupo de Investigación Freshwater Ecology and Management (FEM) de la UB y coordinador del proyecto LIFE Trivers, pone de relevancia estas nuevas funciones en un contexto ecológico porque «ayudarán a interpretar mejor el potencial ecológico que puede llegar a tener el río, ya que cuando hay caudales cero no podemos saber si en el río quedan balsas o no y, por tanto, no sabemos si la fauna acuática puede o no encontrar refugio cuando deja de fluir el agua».

Durante la jornada también se presentaron los primeros resultados de la aplicación de TREHS a varias masas de agua temporales de la CHJ. «Este último año hemos hecho entrevistas a los guardas fluviales de la CHJ para incorporarlas a TREHS, y hemos obtenido datos para poder determinar el régimen hidrológico de muchos tramos de río donde no hay estaciones de aforo. Además, gracias a que TREHS es un software que permite la entrada de diferentes tipos de modelos hidrológicos, los hemos podido comparar y optimizar nuestros resultados», explica Sara Jiménez, jefa del servicio técnico de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHJ.

Los participantes pudieron utilizar la nueva versión de TREHS con ríos de la cuenca del Ebro como caso de estudio durante la salida de campo del primer día de la reunión. Se pudieron analizar, por ejemplo, los datos del río Aguasvivas, afectado por detracciones de riego que lo hacen desaparecer durante su recorrido. Fruto del interés generado en los participantes, próximamente se organizará un curso para trabajar en profundidad con este software.

Evaluación del estado ecológico e hidromorfológico
La reunión también sirvió para presentar los resultados de la calidad biológica obtenidos a partir de indicadores biológicos, como macroinvertebrados y peces. Según Núria Cid, investigadora posdoctoral del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona y también miembro del grupo FEM, «la principal problemática está relacionada con los valores de referencia para ríos temporales: las comunidades biológicas de algunos ríos presentan una gran variabilidad natural y, por tanto, también los valores de los índices biológicos que se aplican a las cuencas, lo que dificulta establecer unos umbrales que representen un buen estado de conservación y que ayuden a definir objetivos ambientales».

En cuanto a los peces, las comunidades ícticas de los ríos temporales debidos a la acción del hombre —como sería la parte baja del río Matarranya— se ven afectadas negativamente por la falta de caudal. Según Dolors Vinyoles, profesora del Departamento citado y especialista en el estudio de las comunidades de peces, «a partir del momento en que el río deja de fluir y la calidad del agua en las balsas disminuye —por la reducción de la concentración de oxígeno disuelto y el incremento de la temperatura—, los peces son más vulnerables a infecciones por parásitos, al tiempo que se produce una competencia extrema por los recursos tróficos». Además, «especies invasoras como la gambusia (Gambusia holbrooki) ven favorecida su expansión. Por lo tanto, termina habiendo una disminución significativa de la calidad biológica».

En el caso de los ríos efímeros —ramblas que están sin agua la mayor parte del año—, se tendrán en cuenta métodos alternativos basados en la hidromorfología. En respuesta a esta necesidad, durante la jornada se presentó un índice hidromorfológico adaptado a ríos temporales efímeros, llamado IHG, a cargo de Alfredo Ollero, profesor de Geografía Física de la Universidad de Zaragoza.

Una aplicación de ciencia ciudadana
Al final de la reunión, se presentaron las próximas acciones del proyecto con una vertiente más social. Además del proceso de participación ciudadana, también se anunció el desarrollo de una aplicación para móviles que permitirá enviar a una base de datos información sobre aspectos de la hidrología y la ecología de los ríos temporales de una manera lúdica y accesible para todos.

 

                                                 Tercera reunión del Proyecto LIFE Trivers.

 

 

 


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